jueves, 25 de octubre de 2007

Telecentros para la alfabetización digital

La clase del pasado día 23 estuvo dedicada a la explicación de los proyectos de Telecentros, de nuevo por parte de Laura Rojas, del Gabinete de Comunicación y educación de la UAB, que elabora un estudio para la generación y desarrollo para contenidos de telecentros (centrado en centroamérica). Pero, ¿qué es exactamente un telecentro?
Los telecentros son centros de recepción/acceso o centros de producción/emisión, es decir, centros que imparten una "educación" a la que cualquiera puede acceder, ya sea de forma física o directa (contacto real con las instalaciones, los profesores, etc.) o mediada, a través de las tecnologías. El enfoque de los telecentros es (tal y como lo es de Cibernarium) la alfabetización digital para poder funcionar en una sociedad del conocimiento. Se promueve de nuevo la capacitación digital (uso, acceso y apropiación de las TIC) para contribuir al desarrollo; no solo para una mínima alfabetización digital, sino también para una formación específica (comercio, PYMES, educación, salud, cultura, etc.).
Los telecentros pretenden cualificar a las personas para adquirir nuevas competencias que se presentan como básicas hoy en día y especialmente para el futuro: la semiótica y comunicativa (conocer nuevos sistemas y lenguajes comunicativos), la ideológica (pues para formar parte realmente de tu época debes tener los conocimientos de ésta), o conocer las nuevas capacidades de comunicación social e institucional.
En cuanto a los contenidos de los programas, el lenguaje debe ser fácil para los receptores que tendrá, debe mostrar ejemplos y adaptaciones a la vida real, características visuales y orales que faciliten la comprensión y la grabación en la mente del receptor. Por otra parte, el programa de cada telecentro debe adaptarse a la persona o al contexto en que se encuentra, respetando los principios y los valores de cada sociedad e intentando dirigirse a los sectores más desfavorecidos de cada lugar de acción.
En relación con todo esto, hicimos una dinámica bastante interesante en clase en la que, por grupos, debíamos presentar un proyecto de telecentro. Si bien casi todas las propuestas eran bastante buenas, solo un par se centraban en los jóvenes, mientras que en la mayoría se centraban en la tercera edad, o al menos esto es lo que se daba a entender. Creo que después de esto encontré dos problemas, dos errores de concepción: la primera es que no se plantea demasiado que los adolescentes, que tanto parecen saber sobre ordenadores e Internet, a menudo son altamente incultos en lo que a esta tecnología se refiere, conociendo solamente los programas que están a la moda para ellos (messenger, fotologs, youtube, minijuegos, etc.) y no son conscientes de las dimensiones que puede tener la Red. El segundo es que lo preocupante de verdad no es que la tercera edad no conozca estas tecnologías (pese a que no pretendo quitarle ninguna importancia), sino que no lo haga el sector de población de los 40 a los 60 años (la edad de nuestros padres), pues ellos, sobre todo, son los que en un futuro pueden padecer más el analfabetismo digital en la medida que vaya aumentando la innovación en este campo en la sociedad y ellos no consigan adaptarse. Además, no se debe esperar a que la gente de estas edades llegue a la tercera edad en situación de analfabetismo; en mi opinión, el problema hay que intentar solucionarlo antes de que llegue. Creo que mi punto de vista podría reflejarse bastante bien en el refrán que dice "más vale prevenir que curar".
Como consideración final, pienso que la labor de estos telecentros es importantísima y debería llevarse a cabo por todo el mundo, pues el mundo digital no es solo un futuro, sino un presente, y todos deberíamos tener la responsabilidad y el derecho estar adaptados a él en la medida de lo posible.

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