jueves, 15 de noviembre de 2007

El lado negativo de Internet

Hasta el momento, en este blog únicamente he hablado positivamente de Internet (y de las tecnologías digitales). Sin embargo, hoy quiero mencionar un poco de la naturaleza contradictoria de Internet. Por una parte, alabamos a Internet como una gran fuente de conocimientos y de educación, y como una herramienta muy importante de aprendizaje; si bien esto es cierto, la triste realidad es que a veces las enseñanzas que se reciben a través de la comunicación sin límites de la red pueden ser altamente negativas o perjudiciales, y, por tanto, ejercer una función completamente opuesta a la que beneficiosa que se viene fomentando con muy diversos programas, y a través de muchas páginas web.

Después de todo esto, creo que es preciso que aclare el porqué de mi reflexión, que vienen especialmente de dos acontecimientos con los que me he encontrado últimamente. Para empezar, hace escasamente dos semanas, buscando información e imágenes para un trabajo, mis amigas y yo topamos con una página (un blog) que favorecía y propiciaba la anorexia y la bulimia (ana y mia), invitando a las chicas a autocastigarse por comer y escribiendo cosas sobre “los diez mandamientos” para las chicas con estos trastornos alimenticios, o dando consejos acerca de cómo no comer o de no hacer caso a aquellos que quieren ayudarte porque “piensan” que estás enferma. Nuestra sorpresa se hacía mayor cada comentario que leíamos, a cada minuto que pasaba mientras nos dábamos cuenta de que no era ningún tipo de crítica; era un blog real, de una chica real, y con unas usuarias reales que sufrían seriamente esta enfermedad. Genial: buscas anorexia en Google, y que la segunda web que aparece es esta, a la que cientos y miles de personas (jóvenes y adolescentes sobre todo) pueden acceder con un solo click, que nadie con capacidad de evitarlo se haya dado cuenta (me refiero especialmente a blogdiario, al que pertenece este blog) y que nadie haya sido capaz de hacer una denuncia sobre esto. Tras una semana esperando una respuesta a nuestro mensaje de alerta por parte de blogdiario, ni siquiera ahora han hecho nada por impedir que este blog siga adelante. De modo, nosotras seguiremos luchando por este caso.

Por otra parte, ayer apareció en todos los telenoticias del país la detención de un joven estadounidense de 14 años que preparaba una matanza en su escuela de Pensilvania. Hasta aquí, podríamos pensar que simplemente era un chico con problemas psicológicos, y que nada tiene que ver con los contenidos que se supone que debemos tratar en este blog y en esta asignatura. Sin embargo, la cosa cambia cuando nos enteramos de que el joven había estado en contacto a través de Internet con Pekka-Erik Auvinen, que perpetró una matanza en la que mató a ocho personas en su escuela de Finlandia el pasado 7 de noviembre. Los jóvenes supuestamente admiraban la matanza de Columbine de 1999, y conversaban sobre este tema a través de Internet. Auvinen, incluso, había colgado en la página de YouTube un video donde anunciaba la matanza con el titulo “Jokela High School Massacre – 11/7/2007”, y ahora su compañero de conversaciones se preparaba para realizar otra. Sin embargo, esta vez tampoco nadie se dio cuenta, al menos nadie lo hizo a tiempo de evitar la matanza en Finlandia.

¿Quién es el culpable de todo esto? Sinceramente, no lo sé. Lo que sí que tengo claro es que hace falta es que este tipo de páginas sean reguladas, y creo, realmente, que debemos empezar esta regulación nosotros mismos, los usuarios, en prevención del daño que puedan hacernos a nosotros mismos, y al resto de usuarios (ya que, por ejemplo, webs como la primera comentada hacen que chicas de todas las edades, cuya característica principal es la inseguridad, entren ese infierno).

En ningún caso estoy diciendo que a través de estos casos se demuestre que la comunicación por Internet sea únicamente algo malo y negativo para la sociedad, pero sí quiero resaltar mi disconformidad con la falta de control que existe sobre este medio, y la falta de control que muchos de los padres o tutores de hoy en día ejercen en este sentido sobre sus hijos. Muchos padres no controlan el tiempo que pasan sus hijos delante de la pantalla del ordenador, y mucho menos qué es lo que miran y lo que aprenden a través de la red. Por otra parte, pienso que este último hecho puede ser una consecuencia de un tema que ya hemos tratado en clase y que he mencionado también en este blog: la analfabetización digital, en la que muchos padres de hoy en día se incluyen, desgraciadamente y que crea barreras en la comunicación (para la educación) que puedan tener padres e hijos. De esta forma, extraigo dos conclusiones bastante generales: la primera es que la comunicación de Internet, por desgracia, en muchas ocasiones no es educación; por otra parte, el control sobre lo que hacen los hijos siempre ha estado presente en la educación de los jóvenes. Por ello, hoy en día, hay que incluir un nuevo requisito para controlar y intentar dar una buena educación a los niños, adolescentes y jóvenes: el control sobre la información que puede llegarles a través de Internet, donde cientos de miles de personas se encuentran cada día con diferentes propósitos. Así, pese a que Internet puede dar muy buenos frutos sobre la educación, si no se sabe hacer un buen uso por parte del usuario, o si no se ejerce un control sobre los sectores en edades de aprendizaje o edades difíciles, como la adolescencia, Internet puede convertirse en un gran problema, pues, en ocasiones, muchos usuarios no están preparados o capacitados para recibir cierta información negativa de una forma crítica.

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